Acero insular
Amalia Martínez
La maldita circunstancia del agua por todas partes[...]
Virgilio Piñera
Ven el acero insular
derretido sobre cada cuerpo,
respirando con la espina dorsal del miedo,
el agua tiñe con sal las sonrisas.
No queda nada de su Edén
y clama a gritos por el regreso.
Trece soles de un mismo mar,
rayan la estirpe de difuntos.
El dolor multiplicado nutre el fruto de las madres,
prematura condición de siete espantos.
Nave quemada en un mar de sangre,
deja una chispa de certeza
para tus hijos de sombra.
Atlas
Daniel SuárezEs el cielo una lágrima de Dios,
Yo estoy debajo
Tratando de no hacer nada brusco ni ruidoso
para que la gota nunca se desprenda.
Estoy rezando al Sol para que siempre flote
No vaya a ser de oro
Y caiga fácilmente en mis espaldas
O sobre mi cabeza
Dejando un epitafio
De espinas amarillas.
No paro de vigilar las nubes
Como si la mirada
Fuera capaz de retener su viaje.
Intento que las formas puntiagudas
No regresen y si lo hacen
Que se disuelvan pronto.
He de perder los brazos
Los mantengo extendidos
Imitando el vuelo de los pájaros
Como si yo pudiese controlarlo.
Hasta el momento creo que funciona,
Al menos es mejor sentirlo de esa forma.
Confiando en que sus picos no tocarán el borde.
Apoyo bien las plantas en la tierra.
Hay que ser firme
Aunque las piernas tiemblen.
Estoy al tanto de todos los insectos,
Hasta de la corriente del agua del subsuelo.
Amo de la quietud
Estoy condenado al centro
Para que la última lágrima de Dios
No nos aplaste.
Ya no se sube al cielo
Hay que aguantarlo
Sin apenas rozar el borde.
Al menos es mejor sentirlo de esa forma
Y que ninguna hormiga se entere del secreto
Para que no se rompa el equilibrio.
Hasta que la oruga llegue a ser mariposa
Y vuele en el azul
Por un instante.
Inédito tercero
Emily DumoisDesvisto en sepulcro la sed arcaica del nacimiento.
Caminando por la ciudad, extiendo la luz hacia ti.
Caminante no hay camino sin pasos embobecidos, acorralados y sepultados.
El sueño arremolina mis entradas de agua.
Me diseco en tu boca como hoja de río.
Anhelo de alquiler
Arianna VargasAy, muchacha de las flores,
Quisiera yo te brotara
En tu faz ligera y rara
Un ramo de mil colores;
Que arrase con los temores
Que doblegan tu sonrisa;
Hojas secas, con la brisa
Abandonen tus jardines,
Que todo huela a jazmines
Mientras tu alma cicatriza.
Que cantando te reinventes
Las melodías más tuyas.
A los temores no huyas,
Y que nunca te impacientes.
De a poco sanar se siente
Como el fin de una condena,
Mientras corre por tus venas
La sangre roja y oscura.
Niña mía, todo lo cura
El amor si no lo frenas.
Eufemismo
Alex GallardoHay una historia
en cada ola,
una espera,
un mar de llantos al fondo del silencio.
Sabes que nada cambiará
pero sigues esperando
una sonrisa que haga pedazos
la quietud.
El ocaso
absorberá los límites del alma
como un eufemismo de muerte.
La muerte de Asherá
Luarys FernándezCuando murió Asherá los pómulos eran blancos y olisqueaban las bestias. El oscuro seno la ha llevado en brazos y es que ha sido tantas veces testigo del cielo que hasta muerto su cielo es un cielo sereno. Sus ojos de nada apuñalan el tiempo, sus ojos de espina tanto le han taladrado. El metamodelo que estructura la magia quiere subir, hundirse y purificarse en la pira deslumbradora. Querer cambiar su espíritu cabalgando en el mar, ya no es posible. Asherá confiesa que su voluntad es mármol, ¿no está acaso, ya dormida? Hay un silencio que parece fragmentado: ─¿de veras eres profeta?─. Se trata de una costumbre, tan antigua, como la que profana la serpiente que nació de su boca.
Aposté a la nada en este juego*
Alejandro SuárezAposté a la nada en este juego
y salí ganándome el vacío.
El vientre de la noche esconde un mundo
en posición fetal, como sufriendo.
Salgo del vientre de mi madre
y ando,
como un forastero por esta ciudad
donde las máscaras nos desgarran el rostro a mordiscos.
Soy el hambre:
el hambre que en el hombre se retuerce
y deja un vacío entre sus huesos.
Soy el problema, el síntoma y la cura,
soy la cruz.
Sobre mi piel está la llaga de este siglo que agoniza
diluyéndose en el caos
que es lo eterno;
que es lo único.
Aposté en este juego, que es la noche.
En su vientre, en silencio habita el mundo
devorándonos a todos,
como el tiempo.
*N. del E.: Original sin título.
Autognosis
Daniela García
Para cuando termine de contar mi historia, ya habré muerto.
Hermann Hesse
Reza el insecto sin vuelo
al cadáver de un mundo:
Nada habré de sufrir
cuando de ti me acuerde,
urna de formas inacabadas.
Soplo de vida, aliento prematuro
llenaste de vuelo mis alas
para arrojarme al encuentro de flores
muertas las que convocan.
Me reduzco a aromas
seducida por la putrefacción de urnas gestando,
ninguna tan apta, ninguna tan escabrosa
como la que veneno me ofrece
por nostalgias de un vuelo sin alas.
acotaciones
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Esta es la versión 1.2, publicada durante la primavera septentrional del año 2025. Puedes leer las anteriores versiones en texto sin formato (0) o las puedes descargar en formato HTML.
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